Pequeña Zorra es la fotografía de un arrebato en 15 minutos, la brecha del pensamiento lógico, uno de esos espacios inverosímiles que hacen que cualquier resultado sea posible. Por eso, trabajamos desde el concepto del extremo, tanto física como emocionalmente. El espacio reducido contribuye a la sensación de asfixia que se desprende del texto y, con el resto de los elementos escénicos a nuestro alcance, crearemos un hábitat en el que la monstruosidad más improbable se convierta en la pasión más lógica.
COMPAÑÍAIndecentsLABORDirectoraAÑO2014